Caso
Una estación de bombeo resuelve el problema crónico de inundaciones y mejora la calidad de vida en Semarang (Indonesia)
La estación de bombeo de Semarang ha resuelto el problema de inundaciones que había en el centro de la ciudad
La situación
La ciudad indonesia de Semarang solía sufrir grandes inundaciones. Está situada en la costa, y parte de ella se encuentra por debajo del nivel de la pleamar. En períodos de fuertes lluvias y durante las pleamares, las masas incontroladas de agua causaban estragos en los hogares y las vidas de las personas. En colaboración con Grundfos, la ciudad ha implantado una solución sólida y singular para proteger a los habitantes frente a las inundaciones. Desde su puesta en servicio en 2014, ha mantenido a raya a las inundaciones en las cuencas fluviales afectadas y en el centro de la ciudad, lo que ha mejorado la calidad de vida de los ciudadanos (y el valor de sus propiedades inmobiliarias).
Semarang es la quinta ciudad más grande de Indonesia, cuenta con un gran puerto comercial y lleva sufriendo inundaciones desde hace muchos años.
Semarang está emplazada en la costa septentrional de Java. Cerca de la tercera parte de la ciudad está por debajo del nivel de las pleamares, encajada entre el océano y las montañas que rodean el resto del perímetro de la ciudad. Tiene una extensión total de 13 km2. El clima tropical la convierte en una de las áreas más húmedas del país, sobre todo durante las pleamares.
Tal como explica Joko Rusmani, consultor del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda Pública de Indonesia, la peor situación era cuando se combinaban la pleamar y la lluvia.
“Durante las pleamares en temporada de lluvias, el paso del agua que debía fluir hacia el mar se veía impedido por la pleamar, y eso hacía que retrocediese e inundase áreas residenciales. Era un problema crónico”.
“Por aquel entonces, incluso un poco de lluvia podía provocar una inundación”, afirma Ari Soemantri, que reside en Jalan Permata Merah, un céntrico barrio de Semarang. “Las lluvias intensas causaban inundaciones que duraban días y días, sin signos de remitir”.
El hundimiento del terreno, a razón de hasta 10 cm al año, empeoró la situación. Joko Rusmani explica que la causa es la extracción masiva de aguas subterráneas, combinada con la construcción de edificios que sobrecargan el suelo. En conjunto, el hundimiento del terreno, la lluvia y las pleamares han supuesto un problema para Semarang durante años.
Una nueva estación de bombeo está haciendo cambiar las cosas.
La solución
En 2013, un gran equipo multinacional comenzó a construir una estación de bombeo de drenaje para poner freno a las graves inundaciones. El equipo estaba formado por: Brantas, un contratista indonesio; la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA, por sus siglas en inglés); el Ministerio de Obras Públicas y Vivienda Pública de Indonesia; el Ayuntamiento de Semarang; y Grundfos. El proyecto se llevó a cabo como un programa de gestión estratégica de recursos hídricos del Gobierno de Indonesia.
Tal como cuenta Joko Rusmani, el equipo del proyecto selló los estuarios de los dos principales ríos afectados: el Semarang y el Baru.
“Ahora, el agua procedente de río arriba se almacenará en estanques de retención, desde donde después se bombeará”, señala. “Lo que antes hacíamos mediante un flujo por gravedad, ahora lo hacemos con un sistema de bombeo”.
Explica que los estanques de retención tienen un volumen de 130.000 m3, mientras que la estación de bombeo tiene una capacidad total de 35 m3/s (es decir, 126.000 m3/h). La fiabilidad es un aspecto absolutamente esencial. “Dado que ahora dependemos del bombeo, las bombas deben funcionar de forma continua y correcta, y estar en perfecto estado de mantenimiento para que podamos bombear agua al océano siempre que lo necesitemos y sin ningún tipo de fallos”, comenta.
Explica que el equipo del proyecto eligió las bombas KPL de Grundfos debido a experiencias anteriores en la que se usaron bombas similares en Surabaya y Yakarta, que llevan más de diez años funcionando de manera fiable.
“Dado que las bombas tenían una capacidad enorme y eran las mayores de Indonesia en aquel momento, solicitamos asistencia a la sede central de Grundfos en Dinamarca”, relata Joko. “Nos aseguramos de que habría piezas de repuesto disponibles a nivel local durante los próximos 15 años”.
Nur Wahid, director de operaciones, afirma que la estación de bombeo ha funcionado según lo esperado desde su puesta en marcha en 2014. Durante la temporada seca, el personal de campo hace funcionar las bombas durante una o dos horas al día, según sea necesario, para mantener un nivel adecuado en el estanque de retención en el nivel adecuado y llevar a cabo el mantenimiento diario de las bombas. “Afortunadamente, estas bombas son muy fáciles de usar. Cada vez que llueve, podemos arrancar el sistema de inmediato”, concluye Nur Wahid.
El resultado
Hoy en día, las personas que solían sufrir las inundaciones y ver anegados sus hogares y las calles del centro de la ciudad ya no padecen ese problema. No tienen que elevar sus viviendas para combatir el hundimiento del terreno y las inundaciones periódicas. “Además, las carreteras por fin funcionan como deben”, afirma Joko. “Antes, las carreteras parecían más bien vías fluviales. Sin embargo, ahora permanecen secas. Los problemas han desaparecido”.
Asimismo, añade que el Gobierno ahora puede desarrollar infraestructuras sin temor a los daños provocados por inundaciones causadas por la lluvia y las mareas. “Esto ha dado un nuevo impulso al panorama económico y social en Semarang”, afirma.
Ari Soemantri, que vive en la ciudad, comenta que ahora en su barrio ya no hay inundaciones. “El valor de los inmuebles y los terrenos está aumentando debido a que ya no se producen inundaciones”.
“La estación de bombeo de Semarang ha resuelto el problema de inundaciones que había en el centro de la ciudad. Puede servir como ejemplo o modelo para aplicar esta solución en áreas similares. Estamos orgullosos de haber ofrecido una solución que ha tenido una excelente acogida y sirve como referencia para otros casos. Muchos gobiernos locales de Indonesia que se enfrentan a los mismos problemas han enviado representaciones para visitar nuestros estanques de retención y estudiar cómo pueden abordar estos mismos problemas de una forma que sea válida para sus ciudades”, asegura Joko.
Grundfos suministró seis grandes bombas impulsoras KPL de flujo axial, cada una de ellas capaz de bombear 325 m3/min, y dos bombas KPL más pequeñas capaces de bombear 150 m3/min. La capacidad total instalada fue de 35 m3/s (es decir, 126.000 m3/h). Pulsa aquí para obtener más información.
Ari Soemantri (segundo por la derecha) con su familia en su vivienda de Jalan Permata Merah, un céntrico barrio de Semarang. Cuenta que las inundaciones solían asolar la zona, sin síntomas de remitir. Ahora, los barrios que se han librado del problema de las inundaciones han visto aumentar el valor de sus inmuebles.
El tercio norte de Semarang está a una altitud inferior al nivel de la pleamar, lo que es una de las causas de las inundaciones. En el puerto, es necesario construir un muro de retención más alto para evitar que el mar lo inunde.
Joko Rusmani, consultor del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda Pública de Indonesia, sentado en un parque del centro de Semarang. “Estamos orgullosos de haber ofrecido una solución que ha tenido una excelente acogida y sirve como referencia para otros casos”, afirma.