Caso

Empresa danesa de calefacción urbana reduce la pérdida de calor en un 25 % con una zona de baja temperatura

Este es el futuro de la calefacción urbana, Grundfos nos ha animado a ver las cosas de una manera diferente.
Johan Sølvhøj Heinesen, Jefe de Operaciones y Proyectos, Gentofte Gladsaxe District Heating Co.

Gentofte Gladsaxe District Heating Co. presta servicios a una combinación de bloques de viviendas, edificios comerciales y viviendas unifamiliares. En carga máxima, la temperatura de suministro es cercana a los 110 °C (230 °F), algo innecesario para muchas secciones del distrito, y la causa de importantes pérdidas de calor en las tuberías.

Con la instalación de una zona de baja temperatura, se puede bajar la temperatura de suministro a 65°C (149°F). La empresa espera una reducción del 25 % en la pérdida de calor en esa zona, con un tiempo de amortización de entre tres y cinco años, según Johan Sølvhøj Heinesen, director de operaciones y proyectos de Gentofte Gladsaxe District Heating Co. “Este es el futuro de la calefacción urbana”, dice. "Grundfos nos ha animado a ver las cosas de una manera diferente".

La situación

Gentofte y Gladsaxe tienen una de las redes de calefacción urbana de más rápido crecimiento en Dinamarca. Situados en la parte norte de la capital de Dinamarca, Copenhague, los municipios tienen una combinación de edificios comerciales, edificios residenciales de gran altura y viviendas unifamiliares.

 

Johan Sølvhøj Heinesen había estado buscando una manera de bajar la temperatura en partes del sistema. “Tenemos viejas redes de calefacción urbana, donde la temperatura de suministro es cercana a los 110 grados centígrados durante los inviernos fríos”, dice, mientras que 65 grados centígrados es suficiente para las áreas de viviendas unifamiliares.

“Como resultado, perdemos mucho calor”, dice. “La alta temperatura acorta la vida útil de nuestras tuberías y puede causar problemas de funcionamiento en nuestras instalaciones”. Por lo tanto, la empresa de calefacción urbana buscaba una forma de reducir la temperatura de suministro en zonas de la red y mantenerla más alta en el resto.

Intentaron construir su propia zona de baja temperatura en un hospital local. “Adquirimos bastante experiencia operativa”, dice Johan, y agrega que fue una inversión costosa. “El período de amortización de nuestra solución casera será de unos 20 años”. Como resultado, estaba buscando algo más barato y simple. Y si pudiera esconderse bajo tierra sin cajas ni contenedores en la superficie, mejor que mejor. "Durante mucho tiempo, he estado buscando una solución fácil: plug and play, suministrada por la industria, lista para colocar bajo el suelo, para que no veas nada".

La solución

Grundfos entregó lo que Johan estaba buscando: iGRID Temperature Zone, complementada con monitoreo y control. "Hay un pequeño cuadro eléctrico en la esquina de una calle y hay una boca de acceso que protege una bomba y otros componentes técnicos", dice. "Además, tenemos una solución económicamente mejor de lo que esperaba”.

 

iGRID Temperature Zone, es un bucle de mezcla prefabricado que utiliza una bomba que desvía parte del agua de la tubería de retorno y la bombea de vuelta a la línea de suministro, lo que reduce la temperatura de suministro. Al monitorear las partes críticas de la red de calor con diferentes puntos de medición, el circuito de mezcla ajusta la temperatura para satisfacer las necesidades exactas del consumidor en tiempo real, lo que reduce aún más las pérdidas de calor y mejora continuamente el confort. “Reducimos considerablemente nuestra pérdida de calor en la red y ahorramos mucho dinero”, dice el director técnico Magnus Justesen. “Con la instalación de esta estación, esperamos ahorrar hasta un 25 % de nuestra pérdida de calor en la zona. Y esperamos que el período de retorno sea de tres a cinco años”. Agrega que en calefacción urbana, este tiempo para el retorno de la inversión, se considera extremadamente bueno.

Una parte de lo que aprecia de la solución, es su facilidad de uso. “Las bombas Grundfos permiten una fácil configuración de los parámetros de control”, dice Magnus. “No tenemos que usar un PLC para controlar las bombas. Todo está integrado en ellas. Funciona muy bien.".

"Grundfos ha suministrado monitoreo y control remotos de nuestra zona de baja temperatura", agrega. “Han instalado una serie de puntos de medición, por lo que podemos monitorear la presión y la temperatura en las partes críticas del sistema”. Eso significa que la empresa puede reducir aún más la temperatura de suministro y usar la iGRID para reducir el pico de demanda aumentando la temperatura por la mañana y bajándola más tarde, después del pico de demanda de la mañana”, agrega.

El resultado

Johan Sølvhøj Heinesen dice: "Yo diría que este es el futuro de la calefacción urbana. Necesitamos temperaturas más bajas en las redes de calor. Y necesitamos poder utilizar temperaturas más bajas en nuestros hogares.

 

Esta es una pequeña solución aquí. Pero al hacer esto, bajamos el consumo de energía en nuestra área. Si bajamos la temperatura de retorno, la temperatura en centrales térmicas, incineradoras de residuos será también más baja, lo que significa una mejor utilización de la energía. Tiene un efecto positivo en todo el sistema".

"Cuando reducimos la temperatura, reducimos considerablemente las emisiones de CO2", concluye Magnus Justesen.

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