Caso
Una anticuada planta de tratamiento pasó a convertirse en una de las mejores de Polonia
En colaboración con Grundfos, optimizamos el diseño del sistema
La ciudad polaca de Tomaszów Mazowiecki, con una población de 80.000 habitantes, contaba con una deteriorada planta de tratamiento de aguas residuales, construida en los años 70. Exigía demasiado mantenimiento, consumía demasiada energía y, en la primera década del siglo XXI, tuvo continuos problemas para mantener los parámetros del efluente en unos valores lo suficientemente bajos.
“Estaba tecnológicamente obsoleta”, explica Waldemar Debowski, director de esta planta municipal desde 1993. “Los aireadores consumían mucha energía y producían poco oxígeno. Representaban el 80 % de nuestro consumo energético. No eran la solución ideal”.
La ciudad recibió fondos de la UE para renovar la planta. En 2013, adjudicó la licitación al consorcio Budimex-Cadagua. El grupo contratista comenzó a diseñar una nueva planta de tratamiento químico y biológico. El requisito de usar tanques poco profundos (de 3,9 m de profundidad) supuso un desafío a la hora de diseñar y construir un sistema de aireación y mezcla que ofreciera una alta eficiencia energética.
La solución
Al principio del proyecto, Cadagua contrató a Grundfos el suministro de las bombas y los equipos de dosificación y aumento de presión, así como todos los equipos para los biorreactores, como rejillas de aireación, agitadores y soplantes. Grundfos también estuvo al frente del diseño, el aprovisionamiento y el montaje en la construcción de los biorreactores.
“Grundfos lleva con nosotros desde el principio”, indica Adam Bierut, gestor de contratas de Cadagua. “Grundfos participó activamente en el diseño de la planta. Los biorreactores son la parte más importante. Es el lugar donde se eliminan el nitrógeno y el fósforo. Y fueron diseñados por Grundfos”.
Grundfos recurrió al modelado mediante dinámica computacional de fluidos (CFD) y a simulaciones para determinar las rutas de flujo ideales para el biorreactor.
El resultado
Esta es una de las pocas plantas de tratamiento biológico de Polonia que puede reducir la concentración de nitrógeno del efluente hasta 4-5 mg/l, y la de fósforo hasta 0,4 mg/l”, señala Adam Bierut. “Es decir, todos los equipos y el diseño son idóneos para esta aplicación”.
Waldemar Debowski, director de la planta, explica que la simple modernización de los soplantes y el sistema de aireación ha reducido en gran medida el consumo energético y ha mejorado los parámetros del agua tratada.
“Puedo afirmar que Grundfos es nuestro proveedor más importante”, resalta Debowski.
“Después de implantar las soluciones propuestas por Grundfos, nuestro consumo energético se redujo un 50 %. Pero, en mi opinión, el resultado más destacable es la enorme eficiencia de la aireación. Incluso en los días cálidos, resulta sencillo mantener los parámetros del carrusel. Eso es lo más importante para mí como técnico”.
El efluente tratado en la planta municipal se vierte al río Pilica, uno de los afluentes más largos del río Vístula (Polonia). Fluye hasta una distancia de unos 800 m de la planta a través de una reserva natural.
“Los parámetros del efluente tratado son mejores que los del agua del propio río”, asegura. “Así que, en resumen, lo que hacemos es mejorar la calidad del agua del río Pilica”.