Etapas del proceso de tratamiento de aguas
Conozca las distintas etapas del proceso de tratamiento de aguas industriales para comprender qué implica cada etapa.
El tratamiento de aguas industriales es un proceso que implica una serie de etapas, cada una de ellas con una finalidad muy específica. En esta tarea, repasaremos una por una estas etapas con más detenimiento.
La primera etapa del proceso de tratamiento es la aireación. La aireación permite eliminar componentes volátiles, como el sulfuro de hidrógeno, el amoníaco o el dióxido de carbono, mediante la aportación de oxígeno al agua.
El proceso de aireación puede emplearse además para oxidar el hierro u otros compuestos y extraerlos del agua.
Existen varios métodos de aireación. Las soluciones más comunes para introducir aire en el agua son las cascadas, los mezcladores o los discos giratorios fabricados en materiales porosos.
La siguiente etapa es la floculación. La finalidad del proceso de floculación es coagular las pequeñas partículas y las sustancias disueltas para formar partículas de mayor tamaño que puedan filtrarse en la siguiente etapa.
Para coagular los flóculos se usan dos tipos de productos químicos:
• Floculantes primarios, que suelen ser sales de hierro y aluminio
• Floculantes secundarios, que son polímeros orgánicos de cadena larga
Lo que queremos es eliminar del agua toda la materia en forma de partículas. La manera de conseguirlo es separar el agua de las partículas; este proceso se puede realizar mediante filtros de arena o tecnología de membranas, usando microfiltración o ultrafiltración.
En la siguiente etapa, un proceso de absorción permite eliminar del agua las sustancias disueltas; para ello, se agrega carbón activado en polvo al agua, que después se hace pasar por un filtro de arena.
Una vez eliminadas del agua las partículas y las sustancias, es momento de agregar elementos en la etapa de desinfección.
La desinfección se puede conseguir aplicando métodos físicos como, por ejemplo, rayos UV o, químicamente, liberando una dosis de desinfectante.
El método de desinfección elegido depende de la aplicación en cuestión y la calidad del agua. Por ejemplo, el agua con un pH igual o superior a 8 no puede tratarse con cloro, ya que este desinfectante no resulta eficaz para ese rango de pH. Si el agua presenta una elevada turbidez, el uso de rayos UV no resultará eficaz, ya que la luz no podrá atravesar el agua correctamente.
Finalmente, es necesaria una etapa de estabilización para equilibrar la composición química del agua después de eliminar y agregar elementos durante el proceso de tratamiento.
La estabilización, por lo general, implica el ajuste del pH, el equilibrado del agua con minerales como calcio o magnesio, o la eliminación de iones.
El objetivo principal del equilibrado químico del agua es evitar la corrosión en las tuberías o los materiales empleados en el resto del proceso industrial. La etapa de estabilización permite además asegurarse de que las condiciones del agua se ajusten a las normas y reglamentos, por ejemplo, en materia de tratamiento de aguas residuales.
Esto es de gran importancia, ya que se trata del último paso antes de distribuir el agua al proceso industrial en el que debe participar.
A lo largo de todo el proceso de tratamiento de aguas, diferentes funciones de medida y control garantizan que se alcancen los resultados requeridos para cada una de las etapas, y que, en última instancia, se cumplan todas las especificaciones.
Para concluir, veamos brevemente las distintas bombas y soluciones de desinfección que contribuyen a asegurar el éxito del proceso de tratamiento de aguas: desde bombas centrífugas y bombas de aspiración axial, hasta soluciones digitales de dosificación y equipos de monitorización.